EL MONASTERIO

Las primitivas construcciones que conformarían el monasterio serían sencillas, dentro del estilo prerrománico, quizás de estilo asturiano o mozárabe. Durante los siglos X y XI se había producido una gran expansión del monasterio y en el año 1256 se construye la actual iglesia.

El templo sigue las directrices del gótico monástico de influencia cisterciense, con la claridad de líneas y de espacios y la sobriedad decorativa que caracteriza a la arquitectura de la Orden de San Bernardo. Posee una cabecera de tres ábsides poligonales y un cuerpo de tres naves de similar altura. Todas las bóvedas son de crucería y algunas llevan nervios de refuerzo.

La escasa decoración se concentra en los capiteles. Los del ábside mayor llevan decoración figurada de cabezas humanas y de animales, el toro y el oso, que según la leyenda ayudaron a Santo Toribio a construir la iglesia. En el ábside central se venera un icono de factura reciente cuyo autor es Tomino Conti; en el ábside de la derecha la imagen de Nuestra Señora de los Angeles (s XVI) y en ábside del Evangelio la imagen yacente de Santo Toribio de Liébana (s XIV).

La capilla del Lignum Crucis, de estilo Barroco Colonial, fue construida a principios del siglo XVIII por el que fuera Inquisidor en Madrid y Arzobispo de Santa Fe de Bogotá (Colombia) Don Francisco Gómez de Otero y Cossío, (1640-1714) -natural del vecino pueblo de Turieno- cuya estatua orante se erige en un lucillo junto al altar.

Destaca la extraordinaria cúpula, en cuyas pechinas están representados los evangelistas, entre una exuberante decoración de guirnaldas, amorcillos, y otros elementos simbólicos de los de la Pasión y motivos heráldicos.

El camarín de estilo Barroco, hecho para cobijar el Lignum Crucis, fue diseñado hacia 1705 por Fr. Pedro Martínez de Cardeña. En sus hornacinas presenta la diversidad de Santos Padres, Apóstoles y Santos. Al pie de este solemne templete encontramos la Presencia Eucarística del Señor en el Sagrario. Es Cristo vivo, el mismo que dio su vida en la Cruz.

Al exterior destaca la fachada meridional en donde se encuentran las dos portadas. La más amplia es la principal, en arco apuntado rodeado de arquivoltas, que se apoyan en capiteles cuyas representaciones simbólicas hacen referencia a los sacramentos. A su derecha y embutida junto a un contrafuerte se construyó la Puerta del Perdón, que se abre solemnemente para el Jubileo. A los pies de la edificación se eleva una maciza torre de campanas, en cuyo interior se encuentra el coro.

Desde la plaza se accede al claustro monástico, edificado en el s. XVII, de estilo Herreriano, a cuya entrada se encuentra un admirable relieve de Jesús Otero, que representa a Beato en su Scriptorium.

El centro del Claustro lo ocupa el agua recordándonos que Cristo es el agua viva (Jn 4,5-43).

Durante la Edad Moderna se inicia la decadencia del monasterio, al transformarse en parroquias un gran número de las iglesias lebaniegas que de él dependían, acabando su vida monástica con la desamortización de Mendizábal, en 1837.

En 1960, tras la restauración del ruinoso edificio, se hacen cargo los Frailes Franciscanos; la misma Orden que custodia los Santos Lugares de Jerusalén.

Misa del peregrino

  • Todos los días del año a las 12:00h

Horario de visitas

  • Todos los días del año de 10:00h a 18:00h
  • La visita es gratuita
  • Se visita la Iglesia, la Capilla del Lignum Crucis y el claustro

 

Horario Tienda de Recuerdos

  • Abierta todos los días de 10:00h a 14:00h y de 16.00h a 18:00h

Contacto

Fraternidad Franciscana
Monasterio Sto. Toribio de Liébana
39589- Camaleño
CANTABRIA

Tel.: 942730550
Correo electrónico:
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