Este Monasterio de Santo Toribio de Liébana fue habitado por monjes Benedictinos hasta la Desamortización de Mendizábal (s XIX). Desde el  año 1.961, estamos aquí  una pequeña fraternidad de Hermanos Franciscanos y nos sentimos agradecidos por este servicio que nos ha pedido la Iglesia en Cantabria (Diócesis de Santander).

Somos herederos del carisma de San Francisco de Asís que vivió entre 1.181 y 1.226. Su vida fue una aventura de fe y de adoración a Dios, enamorado del Señor Jesucristo hasta llevar en su cuerpo las heridas de la pasión de Aquel al que tanto amó.

Llamados nosotros a vivir esta misma vocación hoy queremos:

  • Poner en el centro de nuestra vida la experiencia de Dios a través de la  oración, la liturgia y la eucaristía.
  • Vivir como hermanos. El Señor nos llama a vivir el Evangelio en fraternidad.
  • En pobreza y minoridad. Queremos observar la pobreza  eligiendo una forma de vida en sencillez y humildad, rechazando ejercer todo poder.
  • Y siendo hermanos con las criaturas de la naturaleza en este majestuoso rincón en los pliegues de los Picos de Europa.

En este santuario, dedicado al Lignum Crucis, acogemos a todos quienes nos visitan por diferentes intereses para mostrarles el signo del amor de Dios por cada uno de nosotros: la reliquia de la Santa Cruz, custodiada aquí por más de once siglos.