“Por tu santa cruz redimiste al mundo”

(San Francisco de Asís)

 

A lo mejor no son extremadamente pesadas

ni morbosamente llamativas;

pasan inadvertidas

con su insípida y amarga carga.

Pero desgastan

sin excepción

la esperanza cuidada

y los agarres más sólidos.

En vilo y a pulso

van royendo utopías de la gente;

arrastran sus frustraciones como buenamente pueden

entre bríos titánicos

y tozudas soledades tirando de la cruz

en lucha callada a gritos.

Ni el dinero

u otros privilegios

libran de su paso estrecho

y sudores lívidos.

Tú comprendes

la dureza y anónima fatiga

que significa estar yacente

con desnudez infinita.

(Toño Mtnez)