LAS CALENDULAS

Hay jardines cuidados con esmero. Plantas de belleza exótica regadas, alimentas y mimadas como algo valioso. Oficinas, comercios, domicilios, exhiben flores de temporada, verdes, de grandes hojas y mucho colorido, traídas algunas de ellas desde lugares lejanos.

Sin embargo y pasando desapercibidas en las orillas de los caminos, en secos terraplenes o cunetas sombrías, se asoman pequeñas y valientes las caléndulas, también conocidas como botón de oro, o maravillas, y lo son ciertamente. Sin exigir ni esperar ningún tipo de atención del ser humano, la madre naturaleza sin embargo no solo no las olvidó, sino que las dio el poder de curar heridas y aliviar el dolor, demostrando la grandeza de la sencillez en muchos de los lugares discretos que nos rodean.