“Qué pasa hoy por el corazón de Dios? Se nos entrega un Mesías, pero abajado y rebajado, oscurecido, empequeñecido, maldito de muerte en cruz.

Dios, clavado en la cruz, permite que lo echen del mundo. Dios es impotente y débil en el mundo, y sólo así está Dios con nosotros y nos ayuda. ‘Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades’.

Cristo no nos ayuda por su omnipotencia, sino por su debilidad y sus sufrimientos. Esto es lo opuesto a todo aquello que hemos esperado de Dios. Estamos llamados a sufrir con Dios el sufrimiento que el mundo sin Dios inflige a Dios”             (J. Bonhôeffer)